Una frase de La historia del amor

“Érase una vez un niño. Vivía en un pueblo que ya no existe, al borde de un campo que ya no existe, donde todo estaba descubierto y todo era posible. Un palo podría ser una espada. Un guijarro podría ser un diamante. Un árbol era un castillo.
Érase una vez un niño que vivía en una casa al otro lado del campo de una niña que ya no existe. Ellos inventaron mil juegos. Ella era la Reina y él era el Rey. A la luz del otoño, su cabello brillaba como una corona. Recogieron el mundo en pequeños puñados. Cuando el cielo se oscureció, se separaron con hojas en el pelo.
Érase una vez un chico que amaba a una chica, y su risa era una pregunta que quería pasar toda su vida respondiendo. Cuando tenían diez años le pidió que se casara con él. Cuando tenían once años la besó por primera vez. Cuando tenían trece se pelearon y durante tres semanas no hablaron. Cuando tenían quince años ella le mostró la cicatriz en su pecho izquierdo. Su amor era un secreto que no le dijeron a nadie. Le prometió que nunca amaría a otra chica mientras viviera. «¿Qué si me muero?» ella preguntó. «Incluso entonces», dijo. Para su decimosexto cumpleaños, le regaló un diccionario de inglés y juntos aprendieron las palabras. «¿Qué es esto?» le preguntaba, pasando el dedo índice por su tobillo y ella lo buscaba. «¿Y esto?» le preguntaría, besando su codo. «¡Codo! ¿Qué tipo de palabra es esa?» y luego lo lamía, haciéndola reír. «¿Qué hay de esto?» Preguntó, tocando la suave piel detrás de su oreja. «No lo sé», dijo, apagando la linterna y rodando, con un suspiro, sobre su espalda. A los diecisiete años hicieron el amor por primera vez, sobre un lecho de paja en un cobertizo. Más tarde, cuando sucedieron cosas que nunca hubieran imaginado, ella le escribió una carta que decía: ¿Cuándo sabrás que no hay una palabra para todo? ”.

Nicole Krauss,

La historia del amor