“Profesor Dumbledore. ¿Puedo preguntarte algo?»

«Obviamente, lo acabas de hacer», sonrió Dumbledore. Sin embargo, puedes preguntarme una cosa más.

«¿Qué ves cuando te miras en el espejo?»

«¿Yo? Me veo sosteniendo un par de gruesos calcetines de lana». Harry lo miró fijamente.

«Uno nunca puede tener suficientes calcetines», dijo Dumbledore. «Ha llegado y se ha ido otra Navidad y no conseguí ni un solo par. La gente insistirá en regalarme libros».

Fue solo cuando estuvo de regreso en la cama que Harry se dio cuenta de que Dumbledore podría no haber sido del todo sincero. Pero entonces, pensó, mientras empujaba a Scabbers de su almohada, había sido una pregunta bastante personal «.

J. K. Rowling,

Harry Potter y la Piedra Filosofal .