Una frase de Watchmen

“Milagros termodinámicos … eventos con probabilidades en contra tan astronómicas que son efectivamente imposibles, como el oxígeno que se convierte espontáneamente en oro. Anhelo observar tal cosa.
Y, sin embargo, en cada acoplamiento humano, mil millones de espermatozoides compiten por un solo óvulo. Multiplique esas probabilidades por incontables generaciones, contra las probabilidades de que sus antepasados ​​estén vivos; reunión; engendrando este hijo preciso; esa hija exacta … Hasta que tu madre ama a un hombre al que tiene todos los motivos para odiar, y de esa unión, de los mil millones de niños que compiten por la fecundación, eras tú, solo tú, el que emergía. Destilar una forma tan específica de ese caos de improbabilidad, como convertir el aire en oro … esa es la máxima improbabilidad. El milagro termodinámico.

Pero … si yo, mi nacimiento, si eso es un milagro termodinámico … quiero decir, ¡podrías decir eso de cualquier persona en el mundo !.

Si. Cualquiera en el mundo. ..Pero el mundo está tan lleno de gente, tan lleno de estos milagros que se convierten en algo común y olvidamos … yo olvido. Contemplamos continuamente el mundo y se embotan nuestras percepciones. Sin embargo, visto desde el punto de vista del otro. Como si fuera nuevo, aún puede dejarnos sin aliento. Ven … seca tus ojos. Porque eres la vida, más rara que un quark e impredecible más allá de los sueños de Heisenberg; la arcilla en la que las fuerzas que dan forma a todas las cosas dejan sus huellas dactilares con mayor claridad. Sécate los ojos … y vámonos a casa «.

Alan Moore,

Vigilantes.