«Diario de Roschach: 12 de octubre de 1985
Cadáver de perro en el callejón esta mañana, llanta en el estómago reventado. Esta ciudad me teme. He visto su verdadero rostro.
Las calles son alcantarillas extendidas y las alcantarillas están llenas de sangre y cuando los desagües finalmente se llenen de costras, todas las alimañas se ahogarán.
La inmundicia acumulada de todo su sexo y asesinatos brotará sobre sus cinturas y todas las putas y políticos mirarán hacia arriba y gritarán «¡Sálvanos!» … y yo miraré hacia abajo y susurraré «No».
Alan Moore,
Vigilantes.