“Nuestras escuelas no mejorarán si continuamos enfocándonos solo en lectura y matemáticas mientras ignoramos los otros estudios que son elementos esenciales de una buena educación. Las escuelas que no esperan más de sus estudiantes que el dominio de las habilidades básicas no producirán graduados que estén listos para la universidad o el lugar de trabajo moderno.

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Nuestras escuelas no mejorarán si valoramos solo lo que miden las pruebas. Las pruebas que tenemos ahora brindan información útil sobre el progreso de los estudiantes en lectura y matemáticas, pero no pueden medir lo que más importa en la educación … Lo que se evalúa puede, en última instancia, ser menos importante que lo que no se prueba …

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Nuestras escuelas no mejorarán si continuamos cerrando las escuelas del vecindario en nombre de la reforma. Las escuelas de vecindario son a menudo el ancla de sus comunidades, una presencia constante que ayuda a cimentar el vínculo de comunidad entre los vecinos.

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Nuestras escuelas no pueden mejorar si las escuelas autónomas desvían a los estudiantes más motivados y sus familias de las comunidades más pobres de las escuelas públicas regulares.

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Nuestras escuelas no mejorarán si continuamos ahuyentando a los directores experimentados y reemplazándolos con neófitos que han tomado un curso de capacitación en liderazgo pero tienen poca o ninguna experiencia como maestros.

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Nuestras escuelas no pueden mejorarse si ignoramos las desventajas asociadas con la pobreza que afectan la capacidad de los niños para aprender. Los niños que han crecido en la pobreza necesitan recursos adicionales, incluida la atención médica y preescolar «.

Diane Ravitch,

La muerte y la vida del gran sistema escolar estadounidense: cómo las pruebas y la elección están socavando la educación