«Amor»

Tantos días, oh tantos días
verte tan tangible y tan cerca,
como pago, con que pago

La primavera sedienta de sangre
se ha despertado en el bosque.
Los zorros parten de sus tierras,
las serpientes beben el rocío,
y voy contigo en las hojas
entre los pinos y el silencio,
preguntándome como y cuando
Tendré que pagar por mi suerte.

De todo lo que he visto
eres tú a quien quiero seguir viendo:
de todo lo que he tocado
es tu carne la que quiero seguir tocando.
Amo tu risa anaranjada.
Me conmueve verte durmiendo.

¿Qué voy a hacer, amor, amado?
No se como los otros aman
o cómo amaba la gente en el pasado.
Vivo, mirándote, amándote.
Estar enamorado es mi naturaleza.

Me complaces más cada tarde.

¿Donde esta ella? Sigo preguntando
si tus ojos desaparecen.
¡Cuánto tiempo está tardando! Pienso, y estoy herido.
Me siento pobre, tonto y triste,
y llegas y eres relámpago
mirando desde los melocotoneros.

Por eso te amo y no por eso.
Hay tantas razones y, sin embargo, tan pocas,
porque el amor tiene que ser así,
involucrando y en general,
particular y aterrador,
gozoso y afligido,
floreciendo como las estrellas,
e inconmensurable como un beso.

Por eso te amo y no por eso.
Hay tantas razones y, sin embargo, tan pocas,
porque el amor tiene que ser así,
involucrando y en general,
particular y aterrador,
gozoso y afligido,
floreciendo como las estrellas,
e inconmensurable como un beso «.

Pablo Neruda,

Intimidades: Poemas de amor.