«¡Los calcetines son la ropa favorita de Dobby, señor!» dijo, arrancándose los extraños y poniéndose los del tío Vernon. —Ahora tengo siete, señor. . . . Pero señor. . . » Dijo, con los ojos muy abiertos, habiendo subido ambos calcetines hasta el punto más alto, de modo que llegaron a la parte inferior de sus pantalones cortos, «¡Se han equivocado en la tienda, Harry Potter, te están dando dos iguales!»
J. K. Rowling,
Harry Potter y el cáliz de fuego