“El amor sin verdad es sentimentalismo; nos apoya y afirma, pero nos mantiene en negación de nuestros defectos. La verdad sin amor es dureza; nos da información pero de tal manera que realmente no podemos escucharla. El amor salvador de Dios en Cristo, sin embargo, está marcado tanto por una veracidad radical sobre quiénes somos como por un compromiso incondicional y radical con nosotros. El compromiso misericordioso nos fortalece para ver la verdad sobre nosotros mismos y arrepentirnos. La convicción y el arrepentimiento nos mueven a aferrarnos y descansar en la misericordia y la gracia de Dios ”.

Timothy Keller,

El significado del matrimonio: afrontar las complejidades del compromiso con la sabiduría de Dios.