“No hay finales felices, lo sabía, porque nada acaba; y si hubiera alguno que se dispensara, muchas personas más dignas estarían en fila para ellos mucho antes que Michael, Laura y él mismo. Pero la felicidad de los indignos y la felicidad de los fulanos es tan frágil, egocéntrica y querida como la felicidad de los justos y dignos; y la felicidad de los vivos no es menos breve, desesperada y olvidada que la alegría de los muertos «.

Peter S. Beagle,

Un lugar elegante y privado.